viernes, 21 de agosto de 2009

Para quien pudo ser una princesa...

Hay silencios que nos invitan
a partir sin siquiera haber llegado del todo...

Sin embargo,
existen otros sitios donde se reencuentran
las esperanzas de idilios eternos,
mundos paralelos donde seguimos
buscando la compañia ideal
para llegar a habitar nuestros castillos...

Mujer!... será acaso tu silencio,
una invitación para que mi alma desolada
siga nuestros caminos,
ya no aquí en este mundo,
sino en otro lugar y en otro tiempo?

...

lunes, 22 de junio de 2009

IV

Podrá el sol salir cada día
y las estrellas mirar mi despecho,
podré en silencio causarme agonía
mientras espero triste en mi lecho;
podrán las nubes ser blancas o negras
y el mundo ser verde o incoloro,
el color tendrá que venir a ciegas,
tendrá que surgir de lo hondo
porque la vida que sigue su camino
ya ha dejado de pasar para mí,
porque la cosa perdió su destino
y la nada se acerca con frenesí.

Podrá la gente preguntarme ardua¿qué pasa?, ¿estás bien?
pero sólo saben que se acaba el agua
cuando viene el fuego a evaporar su sien;
mas no saben que duele hasta lo profundo,
la pérdida desilusionaría de esperanza,
porque contigo, vagando en otro mundo,
mi felicidad se acaba, no alcanza...

¿Aún ves las estrellas?

Creo que siempre estamos ahí juntos,
que a pesar de que nos separen leguas,
nuestras almas permanecen en otros mundos;
en lugares donde estoy contigo
y te acompaño en tu ausencia,
en risas, lágrimas, momentos de olvido,
en el miedo que tengo de perder tu omnisciencia.

¡Mujer! ¡Ay, de ambos, nosotros
que sentidos en la pena y la gloria,
pareciera que se vive en la mente del otro,
y yo que tanto quisiera tu euforia,
me encuentro abatido en el mundo, solo,
triste, esperando a leer de ti,
procurando serte todo de polo a polo,
y sentir pronto lo que me haces sentir!

Ahora pasa la noche,
la luna cabalga en fuego,
las plantas derraman derroche,
la vida sigue su juego.
Sin embargo,
por más que continúe la existencia,
te esperaré en este mi letargo
hasta saber de nuevo tu presencia,
de la física, de tu cuerpo,
que antes de verme rendido
daré hasta mi último alientoporque mi alma esté siempre contigo

III

A veces parece ser que la muerte es inevitable,
o más bien...
que ya no puedo revivir...

Hay heridas que siguen sangrando,
dolores que siguen doliendo...

Tal vez te he amado más que a nada,
Quizás mi alma aun no quiere dejar esta condena...

Si tan solo supieras amor,
que a pesar de los cuatro meses que hemos compartido,
hoy llevo ya cuatro años amandote...

lunes, 1 de junio de 2009

II

Hace días conocí en la estación de autobuses a un tipo, un tipo de mirada recia, pero con ojos de triste persona en melancolía; ocultaba algo, tal vez un odio agonizante o; quizá, guardaba una ansiedad que por dentro de las entrañas lo quemaba a cada instante, aquejando a su perdido y confuso corazón, lo miré durante un segundo, de pronto sentí que en esta vida existe maás de un universo; Fuese lo que fuese lo que acongojaba a su ser, le ocasionaba una imagen repugnante y grotesca; se veía muy demacrado… su rostro con abultados pómulos raspados por las caídas que ha sabido su alma; ojos llorosos como cristales que se quiebran a punto de ser molidos por sus irritados párpados, su cabello largo, de apariencia sucia y quebrado, lánguido y apagado, tal vez sea evidencia callada de lo que este tipo vive día a día- pues este sujeto duerme en la calle tan sólo con las estrellas de compañía y el negro cielo que cobija y trata de consolar sus penas- su cuerpo perdió el encanto y se veía anémico, tan vulnerable a cualquier rasguño que el andar le pueda causar. Mientras lo observaba, se me acercó y me dijo ¿puedes regalarme un cigarrillo colega?, yo de inmediato respondí- sí-, la curiosidad invadió mi cuerpo y mente, y sin titubeos pregunté - ¿qué sucede amigo, por qué se ve tan desconsolado? – él apartó el cigarrillo de su boca e hizo una risa insolente e hipócrita, sus muecas muertas negaron toda expresión de alegría y respondió – te contaré cómo es que la vida me ha cobrado el camino que sigo -:
Hace ya cuatro estaciones que mi corazón llora y se destruye, cada día es agonía inesperada de un enfermo mortal, que sabe va a morir pero, tiene esperanza en su condenada y paranoica existencia; así me encuentro yo- respondió enérgicamente- para mí el despertar, no es símbolo de renovación o de jolgorio, es todo lo contrario- con dolor expresó lágrimas que quebraban aún más esa voz débil-. Siguió contando su historia mientras yo pensaba que era muy triste perder el sentido de la vida y las ganas de vivir, agradecí que yo jamás había sentido algo igual, que jamás me había sentido perdido. Pasaron los minutos, los cigarrillos se consumían, mientras este sujeto clamó palabras que me llegaron a lo más profundo del alma, él comentó – yo siempre pensé que el amor es algo efímero, superficial, que no valía la pena dar hasta la vida, ahora sé que no es así, mi desgracia creció cuando empecé a dar todo por una mujer – yo entonces recordé aquel amor, que deseé mucho y que nunca tuve, hacía ya varias primaveras, que rompió mi corazón, era la más hermosa y me fascinaba; el sujeto después de inhalar una bocanada de humo dijo – son dos las mujeres que yo he querido a mi lado, la primera me enseñó el camino al dolor y me dejó con la soga al cuello, la segunda es verdaderamente hermosa, es una diosa perfecta deseada por todo mortal, su belleza deslumbra a la propia luna en lo alto del cielo, es certera, como la nieve que refresca, pero también quema y causa un agudo dolor, ella acabó con toda mi apreciación mutua, me llenó de esperanza como el arco iris, que demuestra la belleza después de la cruel tormenta en las días de veraneo, es la mujer perfecta, es una flor rara, que sólo se ve una vez en la vida, de belleza tierna y tan sutil como pétalo de flor, encantadora, sí, ella despertó en mí las fuerzas para seguir el camino e iluminó mis pasos, pero después de un tiempo la apagó, dejándome en la oscuridad, ahora creo que la primera me preparó para este camino en el que me encuentro amando un fantasma, que jamás volverá, es una sombra que se pierde en el día, pero regresa a atormentarme en las frías noches con su ausencia. – aquel sujeto no pudo más, no resistió las lágrimas; de pronto sólo dijo – gracias colega por el tiempo y los cigarrillos- se despidió, nunca me dijo su nombre, sólo exclamó, cuídate- y yo devolví el gesto de igual forma, de repente se escuchó en el cielo un estruendo desgarrador de una tormenta que se avecinaba, mientras tanto el sujeto se perdió en lo largo de la calle mientras la lluvia, lloraba con él sus penas, mojándolo hasta que se perdió en aquel sendero oscuro; yo me dispuse a abordar el autobús que me correspondía, mientras lo abordaba, escuché a lo lejos un gallo cantar, entonces, me pregunté, ¿un gallo cantar?, si, era real sólo que yo estaba despertando de un cruel sueño agotador, abrí mis llorosos ojos y los tallé con fuerza, sólo acuerdo haber bebido demasiado la noche anterior, comencé a recordar ese sueño que me estremeció, de repente, descubrí en el espejo que ese tipo tan desgraciado, melancólico y maldito yo mismo, me senté un segundo mientras trataba de ignorar esa experiencia, pero después comprendí que por vez primera me había hablado con el corazón, fue como un grito de auxilio que mi corazón mudo no puede expresar por ese gran amor que algun dia tuve...

domingo, 31 de mayo de 2009

Vuelta al pasado

Quiero mirar al cielo sin pronunciar tu nombre;
Me es tan dificil poder olvidarlo...
Aveces siento volver a los sitios
donde el mundo era más ancho; más libre...
Recuerdo nuestros interminables diálogos
sobre la vida; las estrellas y todo lo que se nos ocuriese,
en realidad no importaba el tema,
sino el placer de poder hacerlo...

¿Es acaso la vida un circulo que nos envuelve
y nos hace regresar a lo feliz del pasado;
o simplemente es tan grande la debilidad humana
que necesariamente no queremos volar?